BMW y Toyota apuntan al futuro con la tecnología de celdas de combustible
BMW Group y Toyota Motor Corporation están uniendo fuerzas nuevamente, esta vez para impulsar el desarrollo de vehículos eléctricos de celdas de combustible (FCEV). Ambas marcas, con una larga trayectoria en innovación, se preparan para ofrecer una nueva generación de trenes motrices basados en la tecnología de hidrógeno. El objetivo es claro: avanzar hacia una movilidad más sustentable y libre de emisiones.
Desarrollo tecnológico y visión compartida
La cooperación entre BMW y Toyota no es nueva. Con más de una década de trabajo conjunto, ambas compañías han decidido llevar su colaboración al siguiente nivel. A través de esta alianza, se están desarrollando sistemas de celdas de combustible de tercera generación, que serán aplicados tanto en vehículos comerciales como de pasajeros. Además, ambas marcas están comprometidas con el desarrollo de infraestructura de recarga de hidrógeno, clave para la expansión de esta tecnología en el mercado.
El hidrógeno no solo ofrece una alternativa limpia para la movilidad, sino que también actúa como un medio eficiente de almacenamiento de energía renovable. Para BMW y Toyota, esta tecnología es fundamental para avanzar hacia una neutralidad de carbono real, complementando a los vehículos eléctricos de batería y otros tipos de motorización.
“Este es un momento clave en la historia automotriz: el primer vehículo de producción en serie con celdas de combustible ofrecido por un fabricante global premium. Impulsado por hidrógeno y movido por el espíritu de nuestra cooperación, este subrayará cómo el progreso da forma a la movilidad futura y marcará el inicio de una era de demanda significativa de vehículos eléctricos de celdas de combustible”, dijo Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW AG.
BMW – el futuro de la movilidad con hidrógeno
El lanzamiento del BMW iX5 Hydrogen marcó un hito importante en la movilidad impulsada por hidrógeno. Ahora, BMW está listo para dar el siguiente paso, integrando esta tecnología en su gama de vehículos de producción. Mientras tanto, Toyota y BMW seguirán colaborando no solo en el desarrollo de vehículos FCEV, sino también en la expansión de la infraestructura de hidrógeno, esencial para que esta tecnología se afiance en el mercado.
BMW y Toyota están convencidos de que el hidrógeno jugará un rol crucial en la movilidad del futuro, complementando las soluciones ya existentes y ayudando a equilibrar la demanda energética mundial.
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