El Jeep volador que llevó el «go anywhere do anything» a lo más alto
Jeep Rotabuggy, el vehículo volador que se desarrolló durante la Segunda Guerra Mundial para transportar tropas y material sin necesidad de pistas de aterrizaje o paracaídas. Descubre cómo un ingeniero austro-británico se inspiró en el autogiro creado por el español Juan de la Cierva para desarrollar un Jeep equipado con un rotor de dos palas y un timón de cola que surcó los cielos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las unidades paracaidistas y aerotransportadas se volvieron cada vez más importantes. Sin embargo, el transporte de vehículos y material era un problema importante, ya que se necesitaban pistas de aterrizaje o paracaídas para hacerlo. Fue entonces cuando el ingeniero Raoul Hafner fue contratado por el Ministerio del Aire británico para desarrollar una solución. El resultado fue el Rotachute, un planeador monoplaza con un rotor de autogiro para frenar la caída gracias a las corrientes de aire.
EL JEEP DE LOS AIRES
Para lograr su objetivo, Hafner se inspiró en el autogiro creado por el ingeniero español Juan de la Cierva. Tomó como base el polivalente Jeep Willys Truck 4×4 y le añadió un rotor de dos aspas de 14,22 metros de diámetro y un timón de cola y dos estabilizadores parecidos a los de un avión. También se colocaron puertas hechas con material acrílico ligero a ambos lados del puesto del piloto/conductor. El Rotabuggy estaba pintado con los tonos de camuflaje y la escarapela de la Royal Air Force y llevaba la «P» que distinguía a los prototipos de la fuerza aérea británica. Pesaba 1.411 Kg, 948 Kg correspondían al Jeep y los demás 249 Kg al rotor y al fuselaje. El diseño de Raoul Hafner preveía una velocidad máxima de 241 Km/h y una velocidad mínima de despegue y aterrizaje de 58 Km/h.
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